Gestión Municipal de la Salud Ambiental

Por María Georgina Martino y Susana García

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define la salud ambiental como un concepto general que incorpora aquellos planeamientos o actividades que tienen que ver con los problemas de salud asociados con el ambiente, teniendo en cuenta que el ambiente humano contempla un contexto complejo de factores y elementos de variada naturaleza que actúan favorable o desfavorablemente sobre el individuo.

La Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental (SIBSA) la define como la transdisciplina que estudia la generación y presencia de las amenazas y vulnerabilidades socioambientales que ponen en riesgo la salud de las poblaciones actuales y futuras, así como las enfermedades relacionadas, al tiempo que propone, implementa y evalúa, desde una perspectiva intersectorial y de participación comunitaria, programas y políticas para la promoción de micro, meso y macro ambientes saludables y su vigilancia permanente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) caracteriza el riesgo ambiental para la salud como “todos los factores físicos, químicos y biológicos externos de una persona, y todos los relacionados con el comportamiento, excluyendo aquellos factores ambientales naturales que no pueden ser razonablemente modificados”. Estos factores de riesgo ambiental, como la contaminación del aire, del agua y del suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta, contribuyen a más de 100 enfermedades o traumatismos. En el año 2016 la OMS presentó una revisión sistemática que permite distinguir la carga ambiental atribuida a algunas de estas enfermedades así como la fracción atribuible poblacional (FAP), entendida como la reducción proporcional de la muerte o enfermedad que se produciría si la exposición a un riesgo fuera suprimida o reducida.

La OMS estima que en el año 2012 fallecieron 12,6 millones de personas, en todo el mundo, debido al ambiente. Dicha cifra expresa que el 23% (95%IC: 13-34%) de todas las muertes se deben a factores ambientales modificables. La fracción de la carga mundial de morbilidad debida al ambiente es de 22% (IC del 95%: 13-32%).
Los niños son el grupo social más vulnerable a las amenazas ambientales, estimándose que la carga global de enfermedad en menores de 15 años, se encuentra asociada a factores ambientales en 90% de los casos de las enfermedades diarreicas agudas (EDA), en 60% de las infecciones respiratorias agudas (IRA), en 30% de los accidentes y lesiones, y en 25 % de los casos de cáncer. En 2017, la OMS afirmó que cada año, las condiciones insalubres del entorno, tales como la contaminación del aire en espacios cerrados y en el exterior, la exposición al humo de tabaco ajeno, la insalubridad del agua, la falta de saneamiento y la higiene inadecuada, causan la muerte de 1,7 millones de niños menores de 5 años en todo el mundo.

Los determinantes ambientales y sociales de la salud están estrechamente relacionados entre sí. Los determinantes sociales son funciones de las circunstancias en las cuales las personas viven, trabajan y crecen; en gran parte conformados por la distribución de los recursos y el poder. Estos también determinan la exposición a factores de riesgo ambientales, tales como las condiciones de trabajo, vivienda, agua y saneamiento o estilos de vida. Por todo lo anteriormente expuesto, los indicadores de salud pueden y deberían interpretarse como indicadores de calidad ambiental y su impacto en la calidad de vida humana.

Así, la gestión de la salud ambiental es una puesta en práctica de la Declaración de Adelaida sobre “La salud en todas las políticas”, hacia una gobernanza compartida en pro de la salud y el bienestar, un enfoque de la OMS que considera sistemáticamente las implicaciones sanitarias de las decisiones en todos los sectores, buscando sinergias y evitando los efectos nocivos para la salud de las políticas fuera del sector de la salud para mejorar la salud de la población y la equidad sanitaria, en línea con los principios de Alma Ata, la Carta de Ottawa, el Informe final de la Comisión sobre los determinantes sociales de la salud y la Declaración política de Río sobre los determinantes sociales de la salud, la Declaración de Astaná, la novena conferencia de Promoción de la Salud de Shangai.
Plantear la necesidad de una “salud ambiental en todas las políticas” refuerza este enfoque colaborativo que busca mejorar la salud mediante la incorporación de la perspectiva de los impactos sobre la salud y el ambiente en la toma de decisiones en todos los sectores y áreas de las políticas. También desarrolla la capacidad de los profesionales de políticas de salud para reconocer y apoyar los objetivos de desarrollo de otros sectores, reconociendo la naturaleza interdependiente del desarrollo social, económico y ambiental.

Por todo esto, resulta prioritaria la capacitación de los técnicos y profesionales que desempeñan tareas en la órbita de la salud pública, para que jerarquicen su accionar en la dimensión rectora de las políticas públicas que debieran tener los indicadores de salud de las poblaciones, y su lectura e interpretación en tanto reflejo de los impactos de los modelos de desarrollo y de organización de las comunidades.

Una vigilancia de la salud, entendida como observatorio de salud ambiental, debería permitir una rectoría de las políticas públicas municipales, departamentales, provinciales, estaduales, nacionales y planetarias.

Para hacer realidad una gestión municipal de la salud ambiental se requiere la asignación de responsabilidades a actores gubernamentales y sociales determinados, y formas de coordinación interinstitucional y con la comunidad, ofreciendo las herramientas que permitan gestionar las problemáticas sanitario-ambientales.

La incorporación de un enfoque sanitario-ambiental en las políticas debe ir acompañado de esfuerzos para reducir las desventajas ambientales como camino efectivo para la protección de la salud, con un enfoque prioritario en la población más vulnerable (infantil, mujeres, embarazadas y adultos mayores, trabajadores expuestos a riesgos intolerables).

Esto requiere jerarquizar y promover la salud ambiental como ámbito de actuación de las autoridades sanitarias jurisdiccionales, empoderando a las instituciones y la comunidad en materia de vigilancia, prevención primaria y promoción de salud ambiental, el fortalecimiento de las responsabilidades del Estado en la materia y la formación de profesionales en gestión de salud ambiental, así como de promotores comunitarios de salud ambiental y de inspectores de salud ambiental.

Las 20 áreas de gestión municipal vinculadas a la salud ambiental

  1. la higiene y conservación de los alimentos;
  2. el control de vectores y zoonosis en general;
  3. el manejo y la disposición de residuos sólidos urbanos y peligrosos;
  4. la calidad del agua de bebida, de preparación de alimentos y de higiene personal;
  5. las condiciones de disposición de excretas y aguas de lluvia;
  6. la calidad de las viviendas y los asentamientos humanos, vialidades, espacios de recreación, espacios públicos;
  7. el saneamiento de establecimientos de servicio público y de lugares de recreación;
  8. la calidad del suelo sobre el cual se asientan las viviendas y/o se cultiva;
  9. la capacidad de subsistencia de la población (trabajo, asignaciones, subsidios, pensiones, etc.);
  10. el acceso a la atención de la salud de manera adecuada y oportuna;
  11. el acceso a la educación;
  12. la salud ocupacional y la exposición a amenazas ambientales en las actividades laborales formales y no formales;
  13. el control de sustancias tóxicas (domisanitarias, plaguicidas, entre otras);
  14. el control industrial para minimizar la degradación ambiental, la contaminación de origen antropogénico (fuentes fijas y móviles); promoción de tecnologías limpias;
  15. la preparación de medidas de adaptación del sector salud al cambio climático;
  16. la preparación del sector salud para la respuesta a emergencias ambientales con víctimas múltiples y casos excepcionales (desastres naturales y tecnológicos, migraciones, epidemias, etc.), la vigilancia epidemiológica y el seguimiento;
  17. la vigilancia de la salud en relación con la prevención y control de la contaminación del medio ambiente (aire, recursos hídricos, flora, fauna y paisaje);
  18. la vigilancia de la salud en relación a la reducción de los riesgos de lesiones de causa externa, intradomiciliaria y en la vía pública; suicidios; violencia (bullyng, ciberbullyng, doméstica, racial, etc.)
  19. la promoción de la participación comunitaria; de la comunicación de riesgos y la educación sanitaria y ambiental.
  20. el enfoque de género en el análisis y abordaje de todos los determinantes de la salud y en sus indicadores.

    Referencias Bibliográficas
  • OMS (2016) Impacto del medio ambiente en la salud: ¿Cuál es el panorama general? Disponible en: http://www.who.int/quantifying_ehimpacts/publications/PHE-prevention-diseases-infographic-ES.pdf
  • WHO (2016). Preventing disease through healthy environments: a global assessment of the burden of disease from environmental risks / Annette Prüss-Üstün … [et al]. Disponible en: http://www.who.int/quantifying_ehimpacts/publications/preventing-disease/en/
  • Las consecuencias de la contaminación ambiental: 1,7 millones de defunciones infantiles anuales, según la OMS. Disponible en: https://www.paho.org/arg/index.php?option=com_content&view=article&id=10102:las-consecuencias-de-la-contaminacion-ambiental-17-millones-de-defunciones-infantiles-anuales-segun-la-oms-&Itemid=228
  • OPS (2010) Determinantes ambientales y sociales de la salud. Disponible en: https://www.paho.org/blogs/paltex/wp-content/uploads/2010/11/Finkelman_Cap00_semifinal_27.09.10_bis.pdf
  • Ordoñez Iriarte JM y otros. Capítulo 6: Nuevos retos en salud ambiental. En: «Informe SESPAS 1998: La salud pública y el futuro del estado del bienestar. Disponible en: http://www.sespas.es/informe1998/capitulo6.pdf
  • OPS/OMS. Salud en todas las políticas. Disponible en: https://www.paho.org/es/temas/salud-todas-politicas
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